El despido es uno de los momentos más delicados en la relación laboral. Más allá de su impacto económico, afecta profundamente al bienestar emocional del trabajador y puede tener consecuencias legales para la empresa si no se gestiona adecuadamente.
Despidos en España: cifras recientes
En 2023, España registró 606.625 despidos, la cifra más alta desde que existen registros, con un incremento del 14,8% respecto al año anterior..
Del total de despidos en 2023, 140.384 derivaron en demandas judiciales, lo que representa aproximadamente un 23% del total. Este dato refleja una creciente conflictividad laboral y subraya la importancia de gestionar los despidos con responsabilidad y conforme a la legalidad.
¿Cómo comunicar un despido de forma responsable?
La manera en que se comunica un despido no solo influye en la reacción inmediata del trabajador, sino también en la percepción general de la empresa, en el clima laboral del resto del equipo y, en muchos casos, en la posibilidad de que el proceso termine judicializado.
En este contexto, aplicar una estrategia de comunicación respetuosa, clara y legalmente cuidada puede marcar una diferencia fundamental. A continuación, detallamos algunas recomendaciones esenciales:
- Evitar los viernes y vísperas de festivos: Comunicar el despido en estos momentos puede generar una sensación de desamparo en el trabajador, ya que los fines de semana y festivos dificultan el acceso inmediato a asesoramiento legal o apoyo emocional. Además, puede intensificar la angustia personal al dejar al afectado sin margen para reaccionar adecuadamente en días laborables.
- Presencia del empleador o del responsable de RRHH: El momento de comunicar el despido no debe delegarse únicamente en representantes legales. La presencia del empleador o de la persona responsable de Recursos Humanos aporta cercanía y humanidad, y evita que el trabajador sienta que la empresa se desentiende personalmente de la decisión.
- Entorno adecuado para la conversación: Es recomendable realizar la comunicación en un espacio privado, tranquilo y libre de interrupciones. Esto permite al trabajador asimilar la información en un entorno de respeto y facilita una comunicación más empática y controlada.
- Claridad y respeto en el lenguaje utilizado: Tanto la carta de despido como el discurso de los responsables de la empresa debe expresar de manera objetiva los motivos de la decisión, sin juicios de valor ni comentarios innecesarios. Un tono claro, respetuoso y profesional evita conflictos y puede ser decisivo a la hora de valorar un posible procedimiento judicial posterior.
- Formación de responsables de RRHH y preparación previa de la reunión: Es conveniente que la persona que comunica el despido esté formada para manejar posibles reacciones emocionales y cuente con el apoyo de un protocolo o guía interna. La improvisación en estos casos puede tener consecuencias perjudiciales tanto para la empresa como para el trabajador.
- Consultar con asesoría legal: Antes de proceder al despido, es aconsejable revisar el caso con profesionales del Derecho Laboral
- Documentar exhaustivamente el proceso: Conservar comunicaciones internas, evaluaciones de desempeño y advertencias previas puede ser determinante en caso de reclamación judicial.
- Cumplir con los requisitos legales y formales: Sin olvidar todo lo anterior, el proceso de despido debe ajustarse a los requisitos legales en su totalidad, desde la justificación clara y detallada de los motivos hasta su comunicación formal, tal como establece el Estatuto de los Trabajadores.
Insistimos en que aplicar estas pautas no solo demuestra sensibilidad por parte de la empresa, sino que contribuye a reducir la conflictividad y a gestionar de forma ética y eficiente el que, como hemos señalado anteriormente, puede ser uno de los momentos más complejos en la vida laboral de una persona.
Hacia una cultura empresarial respetuosa
En Torres y Alarcón Abogados, ofrecemos asesoramiento especializado tanto a empresas como a trabajadores en materia de despidos. Nuestro objetivo es garantizar que cada proceso se lleve a cabo conforme a la normativa vigente y con el cuidado necesario para evitar problemas presentes y futuros.